Está al lado de Madrid y es el pueblo perfecto para una escapada rápida de otoño
Al lado de Madrid está el pueblo perfecto para una escapada rápida de otoño que tiene todo lo necesario para hacernos descubrir la naturaleza
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Al lado de Madrid está el pueblo perfecto para una escapada rápida de otoño que tiene todo lo necesario para hacernos descubrir la naturaleza y la historia del corazón de España. No es necesario recorrer varios kilómetros para viajar lejos de Madrid, sino que podemos invertir tiempo de calidad con nuestra familia, muy cerca de la capital. Ganaremos el bien más preciado que tenemos, el tiempo y lo haremos en un lugar con mucho encanto. Este es el pueblo perfecto para una escapada rápida de otoño cerca de Madrid.
Este es el pueblo perfecto para una escapada rápida de otoño al lado de Madrid
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Al lado de Madrid puedes hacer una pequeña escapada para descubrir un pueblo con mucho encanto en plena sierra de Gredos. La naturaleza es la primera protagonista, nos sumergimos entre árboles y carreteras rodeadas de vegetación en un viaje que ya apunta maneras nada más salir de la capital.
Candeleda es un pueblo de origen medieval que nos deleita con su belleza y presencia que se enmarca en medio de esta naturaleza. Podremos convertirnos en arqueólogos y descubrir las primeras pinturas rupestres que marcan el inicio de una nueva era en el que el ser humano ya representaba su entorno a través del arte prehistórico.
El hecho de estar situado en el Valle del Tiétar ya hace que disfrutemos de una temperatura más suave de lo que sería habitual en Madrid. Por lo que nos protegeremos de este mal tiempo que nos puede acompañar en estos días más duros del invierno, es más probable que disfrutemos de una cierta bonanza.
Tomar algo en la céntrica plaza del castillo, a la sombra de un edificio con historia y disfrutar de una tarde de otoño en la que pasear por estas calles puede ser un pequeño placer. Lejos del bullicio de la ciudad, con unas vistas que impresionan y unos detalles que convierten este pueblo en algo que está por encima de los demás.
Hacerse una foto en la famosa casa de las flores, es un pequeño placer que nos podemos permitir en estos tiempos en los que necesitamos edificios históricos con alma como este. ver como el paso de los siglos no ha hecho más que aumentar la belleza de este lugar, es una excusa también para sumergirse en su gastronomía típica de la sierra.